No ocurrirá mañana pero, inevitablemente el Sol morirá.
Sí, nuestra estrella dejará de existir.
Durante ese evento, la Tierra y nuestros descendientes, desaparecerán con él.
Todo esto pasará dentro de unos 5.000 millones de años.
¿Cómo será ese momento?
¿Qué ocurrirá con el Sol?
El Sol se formó hace 4.650 millones de años a partir de nubes de gas y polvo que contenían residuos de generaciones anteriores de estrellas.
Por sí solo, el sol representa alrededor del 98,6% de la masa del Sistema Solar.
La distancia media del Sol a la Tierra es de aproximadamente 149.600.000 de kilómetros, o 92.960.000 millas, y su luz recorre esta distancia en 8 minutos y 19 segundos.
La energía del Sol, en forma de luz solar, sustenta a casi todas las formas de vida en la Tierra a través de la fotosíntesis, y conduce el clima de la Tierra y la meteorología.
En el interior del Sol se producen reacciones de fusión en las que los átomos de hidrógeno se transforman en helio, produciéndose la energía que irradia.
Actualmente, el Sol se encuentra en plena secuencia principal, a mitad de su vida, ya que seguirá en esta fase de transformación de helio en hidrógeno durante unos 5.000 millones de años más, quemando hidrógeno de manera estable.
Se dice que el combustible del Sol son los átomos de hidrógeno que se transforman en helio.
Cuando todo el hidrógeno se halla transformado en helio, el Sol se quedará sin combustible.
Pero veamos que pasará en ese momento.
A medida que el núcleo se queda sin hidrógeno y luego helio, el núcleo se contraerá y las capas externas se expandirán, se enfriarán y se volverán menos brillantes.
Se convertirá en una estrella gigante roja, una estrella grande que es más fría en la superficie y tiene un color rojo.
El diámetro de esta gigante roja puede llegar a alcanzar y sobrepasar al de la órbita de la Tierra, con lo cual, cualquier forma de vida se habrá extinguido.
Después de esta fase, las capas externas del Sol continuarán expandiéndose.
Los átomos de helio en el núcleo se fusionarán, formando átomos de carbono y liberando energía.
El núcleo se contrae y será estable ya que los átomos de carbono no son más compresibles.
Luego, las capas externas del Sol se desplazan hacia el espacio, formando una nebulosa planetaria, exponiendo el núcleo y la mayor parte de su masa irá a la nebulosa.
El Sol restante se enfriará y se encogerá formando una enana blanca, una estrella estable sin combustible nuclear similar a un objeto blanco caliente y brillante con el tamaño aproximado de la Tierra.
Nebulosa: Masa de materia cósmica celeste, difusa y luminosa, que tiene aspecto de nube.
El Sol ahora es una enana blanca y se enfría irradiando su calor sobrante durante miles de millones de años y su luz se debilita.
Cuando todo su calor se haya dispersado, será una enana fría y oscura, esencialmente una estrella muerta (tal vez repleta de diamantes, carbono altamente comprimido).
Video sobre la Muerte del Sol
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